comprar ropa por valor de 40.000 dólares durante un año, envían a sus hijos a un viaje de 30.000 dólares a las Bahamas y conducen Lexus blancos y Mercedes Benz rojos. Cuando Judas se sentaba ante Jesús con su piadoso y religioso rostro, y después salía a echar fuera demonios en el nombre de Jesús, no era un justo que amara a Jesús. Amaba el dinero. Amaba el poder y los placeres que el dinero podía comprar. Pablo nos explica cómo el pecado se alinea con el poder de Satanás. Escuche lo que dice Efesios
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